Describen mediante un recorrido etnohistórico como era la agricultura mesoamericana

Imparte en CUCSH la Dra. Teresa Rojas Rabiela la Conferencia: “La agricultura mesoamericana”, organizada por la Maestría en Estudios Mesoamericanos de este Centro Universitario

 

El Departamento de Estudios Mesoamericanos y Mexicanos y la Maestría en Estudios Mesoamericanos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH),  organizaron la conferencia: “La agricultura mesoamericana”, que fue impartida de manera virtual, por la Dra.Teresa Rojas Rabiela, profesora e investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologia Social Occidente (CIESAS).

 

La Dra.Teresa Rojas Rabiela, durante su conferencia, explicó que “el maíz es uno de los cereales más importante del mundo y el único domesticado en América, específicamente, en Mesoamérica”. La académica del CIESAS, mencionó que concibe a la etnohistoria, como una etnología hecha con fuentes escritas y pictográficas, “con poblaciones no vivas, con esos documentos que nos permiten conocer la vida y los quehaceres de los habitantes, en este caso, del momento del contacto de lo español entre Mesoamérica y la invasión o llegada de los europeos”.

La Dra. Rojas Rabiela, expuso que “la cantidad de perros en las tumbas de Colima y Nayarit es muy impresionante y al cuestionarse el por qué, se responde de manera sencilla: cuando uno está muerto, hay ríos de sangre que para poder cruzarlos hacen falta los perros, ellos están en la orilla opuesta y cuando reconocen a su amo, salen en su búsqueda y son ellos los que ayudan a pasar a su amigo”.

Comentó que “la domesticación de la agricultura es un proceso muy antiguos y largo. Tenemos que el maíz no fue la primera planta domesticada, siendo así la calabaza, la primera. No hace mucho tiempo que ya sabemos cuál fue la planta silvestre que le dio origen al maíz. Anteriormente se especulaba y había muchas hipótesis y pruebas además de experimentos sobre dos posibles ancestros. Finalmente, a través de estudios genéticos se ha logrado determinar que el maíz es derivado del llamado teocincle”.

La académica detalló que “el maíz es una planta que tiene el masculino y femenino en la misma planta. Es realmente prodigiosa como una herramienta urbana y gracias al conocimiento del genoma del maíz ya se aprobó de manera determinante quién fue su padre. Es importante resaltar que la dieta mesoamericana, a pesar de contar con animales provenientes de la pesca la recolección y el cuidado, era fundamentalmente vegetariana, y la carne que consumía provenía también de estos animales de pesca caza y recolección”.

La Dra. Teresa Rojas Rabiela, mencionó que “las plantas más utilizadas por los antiguos mesoamericanos y de las primeras que hicieron uso de su domesticación, fueron la calabaza, el aguacate, el maíz, el chile y el frijol ayocote. Algo muy importante a resaltar respecto a la domesticación, que es una hazaña cultural y social de los pueblos de estas regiones mesoamericanas, es que fue uno de los 7 centros de origen de la domesticación de plantas en el mundo”.

“El manejo humano del maíz ha dado una enorme variedad genética de maíz, el cual es un manejo manual. El área geográfica de donde el maíz surgió sería el Occidente, Centro y Sur de México, Guatemala, Belice, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. La agricultura mesoamericana fue una agricultura sin animales, basada en la aplicación directa del trabajo humano a todas las labores, con ayuda de un repertorio relativamente limitado de instrumentos manuales, los cuales eran hechos de piedra, madera y en algunas regiones de metales”, dijo la académica.

“También, la agricultura mesoamericana estaba basada en un profundo conocimiento, poseído por los cultivadores sobre las especies vegetales, los suelos, el clima y los demás factores de la producción biocultural. La agricultura en Mesoamérica fue dotada con un robusto repertorio de plantas domesticadas, o en vías de serlo, con razas y variedades adaptadas a los micro nichos ecológicos locales, a través del manejo de la variabilidad genética”, enfatizó la Dra. Rojas Rabiela.

La académica del CIESAS agregó que “debemos reconocer que la agricultura mesoamericana estaba basada en la práctica del policultivo en sus diversas variantes, asociación entreverada, escalonamiento en secciones, con perennes y anuales domesticadas. Fue una agricultura basada en el conocimiento en las diferencias micro ambientales, de los riesgos que ésta enfrentaba, manejados a través de estrategias, como la de trabajar terrenos de cultivos situados en diferentes ambientes para reproducir diversas especies, razas o variedades y así promediar los riesgos. Esto fue una estrategia utilizada a nivel familiar comunal y regional en los señoríos y estados antiguo”.

La Dra. Teresa Rojas Rabiela subrayó que “la agricultura mesoamericana contó con irrigación artificial, con obras construidas para aprovechar las escorrentías de la lluvia, las corrientes subterráneas de los pozos y superficiales como los ríos arroyos y manantiales, con presas de derivación y de almacenamiento, con zanjas, canales, bordos, terraplenes, diques y depósitos, fue una agricultura que utilizó las áreas húmedas naturalmente o artificialmente hechas con represamientos temporales”.

Señaló que “la agricultura mesoamericana transformó en agrícolas los humedales, los terrenos mal drenados y los pantanos, mediante zanjas y además, construyó parcelas con vegetación, céspedes y tierra. Fue una agricultura que remodeló las laderas montañosas, las cañadas y los cauces aluviales, mediante terrazas y terraplenes, para ampliar la superficie del cultivo y atrapar humedad y capturar suelo”, concluyó la Dra. Teresa Rojas Rabiela.

 

 

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