Recuerdan en CUCSH los inicios de la Licenciatura en Sociología en la Universidad de Guadalajara

En el marco de los festejos por los 45 años de Sociología en la Universidad de Guadalajara (UdeG, el Departamento de Sociología del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), llevó a cabo el Primer Panel: “Los inicios de la Licenciatura en Sociología en la Universidad de Guadalajara”, en el que participaron el Dr. Roberto Castelán Rueda, profesor-investigador de la UdeG; Dra. Gloria Angelica Hernández, profesora-investigadora del CUCSH; Dr. José Trinidad Padilla López, Director General de la Biblioteca Pública del Estado “Juan José Arreola” y el Dr. Héctor Raúl Solís Gadea, Vicerrector Ejecutivo de la UdeG.

Durante la presentación del evento, el Dr. Jorge Ramírez, jefe del Departamento de Sociología del CUCSH,  señaló que “esta es una oportunidad muy valiosa para reflexionar, pensar y valorar lo que ha sido la carrera, pensar en sus orígenes y examinar la trayectoria que ha tenido para proyectar nuevas vías para el futuro”.

“Durante estas más de cuatro décadas ha cambiado todo, la disciplina, la sociedad. Durante el amplio panorama de cambios existen constancias que son importantes y que le dan identidad a la licenciatura, y la carrera ha podido conservar desde su origen una clara vocación científica tratando de que esto sirva a la acumulación de conocimientos sociológicos, otra cosa que caracteriza a la sociología es que la sociología se ha considerado una voz crítica de la sociedad”.

El Dr. Héctor Raúl Solís Gadea, recordó el momento en que fue aceptada la carrera de Sociología en la UdeG. “La facultad estaba en donde ahora esta Lenguas Modernas en el CUCSH La Normal, en un magnifico edificio con un patio maravilloso poblado de tabachines. Llegue ahí un mediodía de marzo de 1983. El Dr. Jaime Tamayo fue clave para que yo decidiera estudiar sociología, yo contemplaba estudiar literatura, yo no tenía un afán revolucionario ni un compromiso ideológico definido, sólo tenía curiosidad”.

El Dr. Solís Gadea detalló que “con base en un trabajo retrospectivo, me dí cuenta que  aprendí muchas cosas en la Facultad de Sociología, además del aprendizaje externo al aula que implicaba la presencia de estudiantes inquietos de diversos intereses.  La antigua facultad es cuna de grandes intelectuales como Rivas Sáenz, Adalberto Navarro, Manuel Rodríguez Lapuente, entre otros. Esa herencia sin testamento que está allí debemos reconocerla, revalorarla y volverla a traer a nuestros días. La carrera me formó, me dio las bases y me dotó de una identidad profesional”.

Por su parte, la Dra. Gloria Hernández explicó que “el contexto social y político que vivíamos los estudiantes en mi paso por la facultad se remite a cuando yo era miembro de una organización de izquierda político-militar. Quería vincular la parte formativa de la carrera, la cual era muy crítica, con la parte social. Estábamos en una facultad que originalmente era historia, letras y filosofía. Llegamos en el 77 los sociólogos, y creo que esta carrera vino a dinamitar políticamente a la facultad”.

La Dra. Gloria Angelica Hernández destacó que “los sociólogos llegamos a meter un montón de cosas vinculadas con lo social y lo político y lo convulsionado que estaba la época. Después del movimiento estudiantil del 68 hubo muchos grupos de jóvenes que se armaron en Guadalajara. Se creo la liga comunista 23 de septiembre que aglutinaba muchos grupos armados del país. Estábamos metidos en la dinámica de lo que sucedía en el país, en lo local, eso me dio una visión distinta de lo que quería de la carrera”.

En su intervención, el Dr. José Trinidad Padilla López comentó que “el programa académico de la sociología es muy significativo para muchos jóvenes. La carrera de sociología es una carrera que oxigenó el ambiente académico, el ambiente social de lo que era la Facultad de Filosofía y Letras, que era una facultad prestigiada, una facultad recién creada, pero que de alguna manera necesitaba un impulso importante y la generación a la que pertenezco es una generación muy politizada, una generación que vivía una efervescencia social y política”.

El Dr. Trinidad Padilla subrayó que “el golpe de estado en Chile fue un hito histórico que marcó a toda una generación. Convivimos con exiliados chilenos, estudiantes y profesores, que llegaron a la Universidad de Guadalajara y encontraron en el asilo mexicano un mejor bienestar.  El ambiente en la escuela de sociología era muy contestatario, socialmente hablando el currículum de la carrera de sociología tenía un fuerte contenido de orientación marxista, de orientación de crítica social, en la carrera encontré un ambiente de reflexión muy interesante”, recalcó.

El Dr. Roberto Castelán Rueda mencionó que “las ciencias no se ven a sí mismas, los sociólogos muchas veces no se analizan entre ellos mismos. Éramos una especie de formación de cuadros para la militancia, donde el marxismo era el principio y el fin de los estudios sociológicos y eso es importante porque evidencia que no hay un estudio sociológico de la sociología.  Se debe estudiar la sociología para saber que han hecho los sociólogos en Jalisco”.

El Dr. Castelán Rueda señaló que como una persona ajena a la sociología, ya que “la abandoné hace mucho tiempo y estudié historia, la cual también abandoné y comencé a trabajar como burócrata, después me jubilé y me puse a escribir novelas. No obstante, los profesores de aquella época nos marcaron, aunque la relación fue muy poco académica respecto a la pelea de teorías. Nuestra época en la que estudiamos la pueden ver en una película que se llama “Nos amábamos Tanto” de Héctor Escolá. La novela que habla del mundo de la ortodoxia en la que vivíamos es la novela de Leonardo Padura Fuentes “El hombre que amaba los perros”, concluyó.

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